miércoles, 31 de mayo de 2017

Escenas míticas del cine (LV)


Tim Burton dirige en 1994, la que para muchos es su obra maestra, Ed Wood, que emana un amor infinito por el cine en cada uno de sus planos. Johnny Deep (actor fetiche de Burton) da vida a Ed Wood, un joven director de cine, que es un visionario sin formación académica de ningún tipo, pero que tiene aficiones como vestirse de mujer, y además no consigue tener oportunidades de hacer películas en unos grandes estudios. Pero consigue reunir a un curioso grupo de personajes, con los que realiza películas de bajo presupuesto, excéntricas y de cuidado técnico dudoso. Toda rodada en blanco y negro a drede, es un disfrute absoluto desde que empieza hasta que acaba.


A partir del guión de Scott Alexander y Larry Karaszewski, que se acercaron a la figura del considerado "peor director de todos los tiempos" con cariño y respeto, Burton supo interpretar ese guión e ir todavía más allá, estableciendo paralelismos entre él mismo y el cineasta maldito, en su relación particular y profunda con Vincent Price y Bela Lugosi, dos iconos absolutos del cine de terror, de un tiempo ya no recuperable, donde había magia...
En una escena memorable, Bela Lugosi, interpretado por un genial Martin Landau, es requerido por un integrante del equipo a que le estampe su firma como fan que es, y le dice que su película favorita es El rayo invisible, donde dice que estaba genial como acompañante de Karloff... a lo que Bela se cabrea y le dice "Karloff no se merece ni oler mi mierda... ¿creen que hace falta talento para interpretar a Frankestain con gruñidos?" a lo que acude presto Ed Wood para arreglarlo y decirle que para interpretar a Drácula si que hace falta presencia... la suya, claro. Después del incidente, Bela quiere seguir rodando...



Os dejo con la mítica escena.

martes, 30 de mayo de 2017

Escenas míticas del cine (LIV)


Año 1992, se estrena Instinto Básico de Paul Verhoeven, un film que pasó a la historia por ser una gran película, pero sobre todo por una escena, que en mi caso particular vi en directo en mi butaca del cine, y aún hoy ronda mi cabeza, son segundos, diría que fracciones de segundo de un cruce y descruce de piernas que marcó para siempre el film y a su protagonista, Sharon Stone, y nos dejó a todos con una cara de no creérnoslo. En aquel momento, y no sólo hablo de la escena en si, a mi y los amigos que vimos el film en el cine, nos pareció una gran cinta por su guión, y una historia muy interesante, eso si, llena de erotismo intenso (a veces de mucho climax) y escenas de sexo que hoy en día no sé si serían permitidas. De hecho, el director tuvo multitud de problemas para obtener la calificación "R" que necesitaba por contrato y fue y volvió hasta nueve veces, el resultado una versión censurada de 42 segundos menos en Estados Unidos (ya se sabe, allí mucha violencia pero poco sexo) y la no censurada que vimos todos aquí en Europa.


El film trata sobre la muerte de Johnny Boz, un antiguo cantante de rock y propietario de un nightclub en San Francisco, que aparece brutalmente asesinado en su cama (primera escena del film, como no, con sexo a tope). Su novia era Catherine Tramell (Sharon Stone), una atractiva y muy sensual escritora de novelas de intriga, a la que interroga y vigila el agente Nick Curran (Michael Douglas), que no pasa por su mejor momento por temas de drogas y alcohol, cuya adicción está dejando, pero que caerá en otra adicción, la del sexo con la Tramell...
En cuanto a la escena mítica, donde Sharon Stone es la auténtica protagonista, tiene una agria polémica desde el mismo rodaje, y aunque la Stone accedió a que estuviera la escena en el montaje final (menos mal) tal y como se rodó, ella en el mismo momento se sintió muy dolida y molesta con el director. Al parecer, según su versión, Paul le dijo que la luz de los focos hacía evidente la ropa interior, así que le recomendó grabar sin ella. Cuando vio el resultado se sorprendió por lo explícita que era y abofeteó al director, antes de abandonar la proyección.


En resumidas cuentas, una escena por la que no pasan los años, os dejo con ella.

lunes, 29 de mayo de 2017

Escenas míticas del cine (LIII)


Es curioso como después de ver una película en su día en el cine, y salir extasiado, vuelves a verla de nuevo y sigue habiendo matices o detalles que se te habían escapado, y que una vez ya sabido el argumento te centras y estás más hábil para darte cuenta de ellos. Ese es el caso de Whiplash, un film soberbio dirigido por Damien Chazelle donde un joven y ambicioso batería llamado Andrew Neiman, interpretado por un gran Miles Teller, quiere triunfar en el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este. Allí se encuentra con Terence Fletcher a quien da vida un inmenso J.K. Simmons, un profesor exigente al máximo con sus alumnos, de mucho talento, pero con métodos algo sobrepasados. Pronto, todo adquiere una elevada intensidad, ya que el tremendo esfuerzo del protagonista y su empeño exagerado para poder estar a la altura que exige el maestro, sobrepasa límites incalculables, y así en cada ensayo deja al espectador tan exhausto como al protagonista. 
En una escena impagable, el profesor aparece en la sala y pide que la banda de jazz interprete Whiplash, hay dos baterías que se disputan el puesto, pero Andrew está de titular ese día, y empiezan a tocar, aunque al poco Terence le empieza a decir al chaval que se adelanta o retrasa y no va a su tempo, le manda repetir una y otra vez, hasta que le hace llorar, y es muy bueno el detalle del otro batería que pone la oreja (en un acto de tremenda rivalidad) para saber si su compañero lo hace bien o no. La violencia de la escena es sobrecogedora.


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 28 de mayo de 2017

Bandas sonoras míticas de películas (XV)


En 1985 Sydney Pollack dirige Memorias de África (Out of Africa) un film libremente inspirado en el libro homónimo de la escritora danesa Isak Dinesen (pseudónimo de Karen Blixen). En ella se narra como a principios del siglo XX, Karen (Meryl Streep) contrae un matrimonio de conveniencia con el barón Blixen (Klaus Maria Brandauer), mujeriego empedernido. Ambos se establecen en Kenia para explotar una plantación de café, mientras nace en ellos un amor por las gentes nativas de aquel país. Pero en medio de todo eso llegará Denys Finch-Hatton (Robert Redford), un personaje aventurero y romántico clásico, que ama la libertad y que hará que Karen se enamore perdidamente de él. 
La música corrió a cargo del gran John Barry, un factor decisivo para crear un clima de romanticismo entre Karen y Denys, cuya continua presencia se escenifica en esa puesta de sol de un atardecer rojizo o en el paseo en avioneta, sobrevolando las praderas keniatas. Es ahí donde esa música ayuda a la contemplación de dos almas que viajan mental y físicamente en la búsqueda del amor y la libertad.


Os dejo con la suite principal de John Barry.

martes, 23 de mayo de 2017

Se nos va Roger Moore.


James Bond pierde por primera vez a uno de sus protagonistas, Roger Moore, que ha fallecido en su residencia de Suiza a los 89 años, después de una más bien corta lucha contra el cáncer. Su fama fue bien ganada sobre todo por dos personajes, el de James Bond, en el que sustituyó al más carismático Sean Connery (primero a George Labezny) y lo encarnó desde 1973 a 1985, y como no, el de Simon Templar, en la serie El Santo.
Sir Roger George Moore tiene en su currículum el mayor número de películas de la saga Bond, un total de 7, cuya primera fue Live and let die (1973) cuyo tema hizo Paul McCartney para el film. También era embajador de buena voluntad de Unicef desde 1991.


Moore nació el 14 de octubre de 1927 en Stockwell, Londres, hijo de un policía y una ama de casa. Al principio le interesaban los tebeos y quería ser dibujante, aunque también fue modelo masculino y le llegó la vocación de actor, para lo que tomó clases en una modesta academia de Londres. Se abrió camino rápido gracias a su percha y belleza. Uno de sus primeros papeles es en César y Cleopatra (1945) haciendo de centurión romano. Ya definida su vocación, siguió clases de Arte Dramático en la Royal School de Londres también, e hizo cosas en teatro y radio adquiriendo experiencia.
En 1953 se traslada a Estados Unidos para rodar Manos peligrosas de Jaen Peters, y regresa a Inglaterra para encarnar a Ivanhoe en la serie televisiva británica, ya con gran éxito.
Desde 1962 a 1969 se hizo popularísimo encarnado a Simon Templar en la serie El Santo, creado por Leslir Charteris, un ladrón que roba a personajes de cuestionable moral o criminales. También en 1971 interpretó al Lord Brett Sinclair en la serie The Persuaders! junto a Tony Curtis.
En 1973 toma el relevo de Sean Connery como James Bond, algo encasillado en el personaje, aportando su lado más inglés, clásico, apuesto y galante. Al dejarlo ya por edad, le sustituyó el más breve de todos los Bond, Timothy Dalton.


Os dejo con un capítulo de El Santo, llamado Asesinato misterioso.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Bandas sonoras míticas de películas (XIV)


Sergio Leone dirige en 1968 para mi su obra maestra incontestable, después de su trilogía del Spaguetti Western, Once upon a time in the west (traducida aquí como "Hasta que llegó su hora"). Con uno de los comienzos más sangrientos y espectaculares de la historia del cine, Brett McBain (granjero víudo de origen irlandés) y sus hijos que viven en una zona desértica y pobre, son asesinados por una banda de pistoleros, antes de la llegada de su futura esposa Jill (Claudia Cardinale) que viene desde Nueva Orleans (en realidad una fulana). Esa banda de pistoleros la lidera Frank interpretado por un Henry Fonda en estado de gracia, y que en muchos momentos del film es el mejor malo que he visto en el cine. En el lado opuesto está Harmonica (Charles Bronson), cuya venganza será lenta pero segura.


Pero en esta película, en la que todo es sublime, hay dos cosas que se salen del tiesto, por así decirlo, una es la belleza inconmensurable de Claudia Cardinale, porque no se puede tener más estilo y a la vez ser más guapa, y por otro lado la banda sonora de el maestro Ennio Morricone, que también había puesto música a la trilogía del dólar. Esta historia donde todo el rato hay personajes al borde de la muerte, cuenta con una música soberbia, donde suenan clavicordios, armónicas, orquesta, etc., todo en su justa medida para describir cada pasaje del film.


En fin os dejo con el Once Upon a Time in the West theme.






Y con la música de la escena final.

sábado, 13 de mayo de 2017

Alien Covenant (2017)


Ridley Scott dirigió en 1979 Alien, El octavo pasajero, una película que fue un absoluto éxito y acabó convirtiéndose en una franquicia con varias secuelas. Pero el director no participó en ninguna de ellas, regresaría en 2012 con Prometheus, una especie de precuela, que para mi estaba muy bien, aunque nunca debemos de olvidar que el primer film nunca ha sido superado, a pesar de ser algo lenta y quizás demasiado metafísica. Ahora viene lo que sería la segunda parte de Prometheus, la secuela de la precuela, donde Scott vuelve a estar a los mandos, y claro, eso se nota, porque este director en asuntos de ciencia-ficción, que me perdonen, pero le va como anillo al dedo.


Para aquellos o aquellas que no sitúen temporalmente esta película, digamos que es una transición o puente entre Prometheus y Alien, el octavo pasajero. La verdad es que la película, que tiene escenas de sangre (bastantes, si se repasa bien), como película del espacio y ciencia-ficción en su primera parte, me parece muy bien rodada y visualmente es una gozada. Pero luego viene la historia, y claro, ahí los guiños a la primera película de la saga son más que evidentes y la mezcla con el tema de los xenomorfos estando bien explicada, queda un poco sin atar. Eso si, los giros que hay en el film y las sorpresas por así decirlo... se ven venir y a distancia.


En cuanto al plano actoral el protagonista absoluto es Michael Fassbender, que además aquí realiza dos papeles (David y Walter), y está realmente extraordinario. Sin embargo, el resto de los actores que encarnan al resto de la tripulación de la nave Covenant son bastante planos, incluso la protagonista femenina Katherine Waterston (la comandante Daniels) no me acaba de convencer. Digamos que tiene el papel estrella femenino, que en la mítica primera cinta era Ellen Ripley (Sigourney Weaver) y en Prometheus fue Elisabeth Shaw (Noomi Rapace) y no llega a ninguna de las dos, es inteligente y tiene recursos (algunos algo exagerados) pero no las alcanza. Pero lo realmente lamentable es el personaje de Billy Crudup, Oram, un tipo que toma decisiones erróneas sabiendo que lo son, y que se deja embaucar por cualquiera, vamos un idiota en potencia.


Aquí la nave Covenant, en el año 2103, con más de 2000 colonos a bordo, y multitud de embriones, están de camino a un remoto planeta, Origae-6, donde pretenden formar una nueva vida. En el camino sufren un choque con un campo de fuerza gravitatorio, que despierta a la tripulación, perdiendo al capitán de la nave que muere quemado, y algunos colonos. A mitad del viaje, escuchan una señal remota procedente de otro planeta, y el nuevo capitán decide cambiar el rumbo e ir en busca de esa señal, con las terroríficas consecuencias que eso supone, ya que allí se verán atrapados...


En definitiva, se trata de una buena película de ciencia-ficción, eso es indudable, lo que pasa que en ese aspecto ya no sorprende, pero que visualmente es una gozada, y en eso su director es un maestro. A partir de ahí, en la historia que nos cuenta falta algo de pasión, por lo menos esa es la sensación y acaba convirtiéndose más en un divertimento lleno de sangre, un desfile de bichos de varias formas, vísceras, etc., en el que desde luego es difícil aburrirse, pero que se queda falto de algo que nos deje con la boca abierta.


Os dejo con el tráiler de Alien Covenant.

martes, 9 de mayo de 2017

Ya hay tráiler oficial de Blade Runner 2049


Ayer salió a la luz el tráiler oficial de Blade Runner 2049, la continuación de aquella memorable cinta dirigida por Ridley Scott en 1982. Aquí Ridley pasa a la producción, mientras que la dirige Denis Villeneuve y que tiene como actores del reparto a Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Mackenzie Davis, Sylvia Hoeks, Lennie James, Carla Juri, Robin Wright, dave Bautista y Jared Leto.
Hay muchos cambios por Los Ángeles en los últimos 30 años, aunque los paisajes urbanos nocturnos, los neones y la lluvia perpetua siguen presentes, ya no está Vangelis para musicarlo, sino Jóhann Jóhannsson, y veremos como el Oficial K (Ryan Gosling) se encuentra en una especie de hotel abandonado con Rick Deckard (Harrison Ford), retirado de la circulación hace más de tres décadas.
La espera será larga hasta el 6 de octubre.


Os dejo con este pedazo de tráiler, que promete lo mejor.


lunes, 8 de mayo de 2017

Road to Perdition (2002)


Sam Mendes, antes de meterse a dirigir a 007, y después de haber debutado con un éxito arrollador en 1999 con American Beauty, hace Road to Perdition, mal traducido aquí, ya que Perdición es el pequeño pueblo de destino de los dos Michael Sullivan. En inglés se juega con el doble sentido del título, pero aquí directamente pasaron en canoa. Mientras que la perdición a la que alude el título, viene originada por una rivalidad entre el hijo de un poderoso mafioso irlandés y su chico preferido, todo proviniente del cómic de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner, del que sale el guión adaptado por David Self.


La historia está narrada por Michael Sullivan Jr. (Tyler Hoechlin), el chaval protagonista, sobre la serie de circunstancias que acabaron con la vida de su padre Michael Sullivan (Tom Hanks), un temido matón a sueldo cuyo jefe, John Rooney (un brutal Paul Newman) era casi un padre para él. Tenemos en realidad la historia de dos padres y sus hijos, y esa eterna dificultad de la comunicación entre las personas que más se quieren. Daniel Craig hace de Connor Rooney, el hijo de John. 
Pero claro aquí la labor de Mendes, que es un gran director de actores, supongo que sería una gozada para él ver al Paul Newman mayor, con ya 77 años, uno de los grandes, despachar una actuación memorable, en un personaje que aúna ser entrañable y temible al mismo tiempo, cariñoso y a la vez oscuro y tenebroso. 


Por contra y aunque siempre me ha parecido un enorme actor, Tom Hanks está bien, pero tengo un problema con él en esta película, y es que me parece poco creíble, quizás me puede que se me vaya la cabeza a sus anteriores papeles y no me cuadre, pero aquí hace de un asesino implacable y la verdad me cuesta creerlo, este buen chico americano como un frío ejecutor irlandés. Sin embargo Daniel Craig está espléndido, te crees completamente su mirada que te clava de auténtico psicópata. Y luego está Harlen Maguire (Jude Law), el más malo de todos, que se crea ,haciéndose el feo, un personaje que es un asesino silencioso pero memorable. Lo único que falla es que no hay un enfrentamiento entre ambos "hijos", pero hubiera sido glorioso.
Jennifer Jason Leigh, hace de Annie Sullivan, la mujer de Michael, simplemente está fantástica.



Todo está ambientado en 1931, los años oscuros de La Gran Depresión, tiempos duros donde la mafia irlandesa domina en Rock Island. La Ley Seca sigue vigente y los gánsters siguen, especialmente Al Capone en Chicago, en la cima del poder.
Ya desde la primera escena, la de la cena familiar y el entierro, es obvio que el hijo de Sullivan seguirá a su padre, para saber en qué consiste exactamente su trabajo. Es ahí, en el funeral, donde se dibuja el argumento dramático, y el espectador sabe por donde irán los tiros, nunca mejor dicho. Pero el film, sufre lagunas cuando el intento de Michael Sullivan por demostrar a John Rooney que su hijo Connor, aparte de un psicópata y asesino despiadado, le está engañando con sus cuentas, pierde fuelle, se diluye. Sólo la persecución del fotógrafo implacable, mantiene el nivel.



Hablamos de un film muy bien hecho, con varias secuencias magníficas, como el tiroteo bajo la lluvia (mítica), y varias otras tremendas. La película es buena, sin llegar a la excelencia, no es una obra maestra, pero tiene momentos muy buenos.

Os dejo con el tráiler de este buen film.

lunes, 1 de mayo de 2017

Guardians of the Galaxy Vol. 2 (2017)


James Gunn dirige esta segunda entrega de una de las sagas de Marvel que más adeptos conquistó con su primera entrega, allá por 2014, que en su momento supuso una renovación del muestrario bastante grande. Llega la segunda parte, que ya no tiene el factor sorpresa de su lado, y con el éxito generado por la primera... unas expectativas descomunales. Y como pasa muchas veces, en este caso la secuela no supera a la original, y eso que tiene momentos en que está bien, pero abusa de ciertas cosas que luego explicaré.


Las situaciones familiares vertebran esta historia, y sin duda el sentido del humor sigue muy presente en todo el film, algo que claramente salva en muchos momentos a esta película. Pero, el primer gran problema que le veo a esta película, es que no destaca por nada en concreto, parece como un film de enlace entre otros, algo que tiene que estar pero no es imprescindible, sólo refuerza lazos entre los protagonistas.
Kurt Russell será Ego, el padre de Star Lord (Chris Pratt), y pronto se descubrirá como el villano, aunque al principio se cuida mucho de parecer un buen tipo. También esa tensión entre Star Lord y Rocket... uhhh...


Evidentemente Baby Groot (Vin Diesel le da voz en la versión original) es un personaje que embelesa y cae muy bien (el merchandasing se venderá como rosquillas imagino), pero su encaje con la música buenrrollera al principio mola, pero luego se abusa de ese tipo de temas tan molones, que llega al empalagamiento. Eso si, ayuda mucho a que funcione como film de entretenimiento el asunto de sus bailes y demás, unido al tema humorístico. Pero aquí lo que falla desde casi el principio, es la separación de muchos de los integrantes de los Guardianes, cuya fuerza es su unión, y que aunque intuyes por donde van los tiros en este film, tarda mucho en enfocar el asunto buenos-malos.


Hay que dejar una cosa también clara, los Guardianes lo son de la Galaxia entera, así reza su título, y en este film sólo están en dos partes del inmenso universo. Así, luchan por mantener unida a su nueva familia, mientras intentan resolver el misterio de los orígenes verdaderos de Peter Quill. Viejos rivales se convierte en nuevos aliados debido a las circunstancias, además de que queridos personajes de los cómics clásicos acuden en ayuda de este grupo de superhéroes, contibuyendo a la expansión del universo de Marvel. Cierto es que hay personajes secundarios que cogen peso, pero también aparecen otros que poco aportan.


Por otro lado hay algo de la química entre Russell y Pratt... auuu... no sé, algo me falla por ahí. El problema como concepto entero del film, es que hay partes que se me hacen algo sobrantes, las relaciones que se establecen entre determinados personajes se estancan, es decir, digamos que la parte del guión ha sufrido para que salga reforzado el entretenimiento, aunque a veces se piensa que a falta de un buen guión se tira del humor para salvar los muebles...
Pero en fin, que lo mismo es una percepción mía, pero salí del cine diciendo si, me lo he pasado bien y eso, pero no he salido dando palmas vaya... falta algo.


Os dejo con el tráiler.